Que ver en Toscana en 15 imprescindibles

¡Bienvenidos a la Toscana, corazón latente de Italia, donde cada rincón susurra historias de amor, pasión, arte y belleza! Cuna del Renacimiento, esta región italiana es un fascinante lienzo pintado con las más diversas pinceladas de colores, texturas y emociones. Desde sus fascinantes ciudades repletas de impresionantes monumentos y obras de arte, hasta sus ondulantes paisajes vitícolas, pasando por su costumbre centenaria de deleitar al paladar con sabores exquisitos, la Toscana es sinónimo de vida disfrutada al máximo.

En este artículo, descubrirás «Qué ver y hacer en Toscana: 15 imprescindibles», para que puedas sumergirte en su atmósfera inolvidable y hacer que cada momento de tu viaje cuente. Desde los secretos mejor guardados hasta los lugares más conocidos, estos son los tesoros que la Toscana está ansiosa por compartir contigo. Prepárate para ser seducido por su encanto y belleza, porque una vez que te aventures en sus tierras, Toscana no te dejará indiferente.

Adéntrate con nosotros en este maravilloso viaje, y descubre cómo la Toscana puede robarte el corazón con sus ciudades vibrantes, sus paisajes de ensueño, su rica historia y su deliciosa gastronomía. Este es tu boleto para un viaje de ensueño, así que ajusta tu cinturón y prepárate para despegar hacia la fascinante Toscana.

1.- Visitar la ciudad de Florencia y explorar el Duomo

Vista panorámica de Florencia

Florencia, la cuna del Renacimiento, es sin duda uno de los destinos más destacados de la Toscana y de toda Italia. Esta ciudad encantadora está llena de tesoros arquitectónicos y artísticos, y uno de sus puntos más emblemáticos es el Duomo, o la Catedral de Santa Maria del Fiore.

El Duomo es una maravilla del arte gótico y renacentista, y su impresionante cúpula, diseñada por Filippo Brunelleschi, es uno de los hitos más reconocibles de la ciudad. La cúpula, con su estructura octogonal y su altura impresionante, fue una proeza de ingeniería en su época y sigue siendo una de las más grandes del mundo. No te pierdas la oportunidad de subir a la cúpula para disfrutar de unas vistas panorámicas inigualables de la ciudad.

El interior de la catedral es igualmente impresionante, con su gran nave, sus hermosos mosaicos de mármol en el piso y el enorme fresco del Juicio Final en el interior de la cúpula. Junto a la catedral, también puedes visitar el Baptisterio de San Giovanni, famoso por sus magníficas puertas de bronce, y la Campanile de Giotto, un campanario independiente con una fachada ricamente decorada.

Recuerda que Florencia es mucho más que el Duomo. Explora las estrechas calles medievales, visita otros museos de renombre como los Uffizi y la Galería de la Academia, cruza el río Arno por el icónico Ponte Vecchio, y sumérgete en la vibrante cultura y la exquisita gastronomía de la ciudad. No hay mejor lugar para empaparse del espíritu del Renacimiento que en esta ciudad impresionante y encantadora.

Recuerda que el Duomo de Florencia es un lugar muy popular y puede estar muy concurrido, por lo que te recomendamos comprar tus entradas con anticipación en su página web oficial para evitar largas colas.

En resumen, una visita a Florencia y su impresionante Duomo es una experiencia esencial en cualquier viaje a la Toscana. Esta ciudad, llena de historia, arte y belleza, sin duda te cautivará y te dejará con ganas de volver

2.- Admirar la Torre de Pisa en la ciudad de Pisa

Que ver en Pisa

Pisa, otra joya de la Toscana, es una ciudad llena de encanto e historia. Y, aunque es mundialmente famosa por su Torre Inclinada, ofrece mucho más que este icónico monumento.Donde dormir en Pisa – Mejores zonas y hoteles.

La Torre Inclinada de Pisa, o simplemente la Torre de Pisa, es uno de los monumentos más conocidos y fotografiados de Italia. Es famosa por su notable inclinación, resultado de un error en la construcción sobre un suelo inestable. Aunque se han hecho esfuerzos para corregir la inclinación y asegurar la estructura, la torre sigue inclinándose, lo que le confiere su encanto único.

La torre es en realidad el campanario de la catedral de la ciudad, y forma parte de un conjunto arquitectónico en la Piazza dei Miracoli (Plaza de los Milagros) que también incluye la Catedral, el Baptisterio y el Camposanto. Esta área es un importante centro de arte medieval y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La Torre de Pisa se puede subir, y desde lo alto se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores. La subida a la torre es una experiencia única, ya que la inclinación se siente claramente en el interior. La entrada a la torre tiene un costo y es recomendable reservar las entradas con anticipación en la página web oficial (www.opapisa.it) debido a su alta demanda.

Más allá de la torre, asegúrate de explorar el resto de Pisa. Pasea a lo largo del río Arno, visita las otras joyas arquitectónicas de la ciudad, como la Iglesia de Santa Maria della Spina y el Palazzo della Carovana, y disfruta de la deliciosa cocina toscana en uno de los muchos restaurantes y cafeterías de la ciudad.

En definitiva, una visita a Pisa y su famosa Torre Inclinada es un imperdible en tu viaje por la Toscana. Tanto si te apasiona la historia y el arte, como si simplemente quieres ver uno de los monumentos más famosos del mundo, Pisa no te decepcionará.

3.- Explorar la bella ciudad medieval de Siena

Siena vista panorámica

Si buscas una ciudad que capture la esencia de la Toscana, Siena es exactamente eso. Esta encantadora ciudad medieval, situada en el corazón de la región, es famosa por su espectacular arquitectura, sus tradiciones únicas y su vino exquisito.

Siena es conocida principalmente por su maravillosa Piazza del Campo, una de las plazas medievales más grandes y bellas de Italia. Aquí encontrarás la imponente Torre del Mangia, que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad si te atreves a subir sus más de 400 escalones.

La Piazza del Campo es también el lugar donde se celebra el Palio, una famosa carrera de caballos que tiene lugar dos veces al año y que es uno de los eventos más emocionantes y vibrantes de toda Italia. Ideal donde descansar y comer en Siena.

Otro punto de interés es el magnífico Duomo de Siena, una obra maestra del estilo gótico italiano. No puedes dejar de visitar su interior, donde podrás admirar una impresionante colección de arte, que incluye obras de Donatello, Bernini y Michelangelo. Además, la Biblioteca Piccolomini, dentro del Duomo, es un tesoro oculto que sorprende con sus vibrantes frescos.

Caminar por las estrechas calles medievales de Siena es una delicia en sí misma. Te enamorarás de sus callejones adoquinados, sus hermosas casas de ladrillo rojo y su ambiente tranquilo y acogedor. Te recomendamos que te tomes tu tiempo para explorar la ciudad a tu ritmo, disfrutando de cada rincón y deteniéndote en una de las muchas vinotecas para degustar el famoso vino Chianti de la región.

Siena es una ciudad que te invita a viajar en el tiempo y a sumergirte en su rica historia, su vibrante cultura y su inigualable belleza. Una visita a Siena te permitirá vivir la verdadera esencia de la Toscana y será, sin duda, uno de los puntos más destacados de tu viaje por la región. Ideal si desean hacer base y dormir en Siena.

4.- Hacer una degustación de vinos en la región de Chianti

La región de Chianti es el corazón de la Toscana y hogar de algunos de los vinos más apreciados del mundo. Recorrer los viñedos de Chianti es una experiencia imperdible para cualquier amante del vino que visite esta región italiana.

Esta pintoresca región vitivinícola, con sus ondulantes colinas cubiertas de viñedos, olivares y antiguos castillos, es la postal perfecta de la Toscana. La ruta del vino de Chianti te llevará a través de pequeños pueblos medievales, antiguas iglesias y, por supuesto, a numerosas bodegas donde podrás degustar la rica variedad de vinos que se producen en la zona.

Una visita a una bodega de Chianti no solo te permitirá probar el famoso Chianti Classico, sino también aprender sobre el proceso de elaboración del vino, desde la vid hasta la botella. Muchas bodegas ofrecen tours guiados por sus instalaciones y catas de vino dirigidas por expertos sommeliers que te enseñarán a apreciar los sutiles matices y complejidades de estos vinos.

Algunas de las bodegas más reconocidas de la región son la Antinori nel Chianti Classico, la Castello di Ama y la Badia a Coltibuono. No obstante, también merece la pena explorar algunas de las bodegas más pequeñas y menos conocidas para descubrir los secretos ocultos de la viticultura en Chianti.

Además de las degustaciones de vino, no puedes dejar de probar algunas de las delicias locales. El aceite de oliva de Chianti, las carnes curadas, el queso pecorino y la miel son solo algunas de las delicias que te esperan en esta región.

En definitiva, hacer una degustación de vinos en la región de Chianti es una forma maravillosa de sumergirte en la cultura toscana y vivir una experiencia auténtica y memorable.

5.- Descubrir la encantadora ciudad de Lucca y caminar sobre sus murallas

Piazza dell Anfiteatro en Lucca, Italia

Lucca, una joya de la Toscana con un encanto único y un ambiente acogedor, es el destino perfecto para quienes buscan belleza, historia y cultura. Esta encantadora ciudad medieval es especialmente conocida por sus murallas renacentistas bien conservadas, que a día de hoy, en lugar de servir como defensa, son un lugar de encuentro, paseo y diversión para lugareños y visitantes.

El centro histórico de Lucca es un laberinto de estrechas calles adoquinadas, llenas de iglesias medievales, bellas plazas, casas señoriales y tiendas de artesanía local. No te puedes perder la Catedral de San Martín, la Iglesia de San Michele in Foro y la Piazza dell’Anfiteatro, una plaza redonda única construida sobre las ruinas de un antiguo anfiteatro romano.

Sin embargo, uno de los mayores atractivos de Lucca es su imponente muralla, una de las mejor conservadas de Italia. Esta muralla, de más de cuatro kilómetros de longitud, rodea completamente el centro histórico de la ciudad y es lo suficientemente amplia para albergar un agradable camino arbolado, perfecto para caminar, correr o incluso alquilar una bicicleta para recorrerlo entero.

Desde lo alto de las murallas de Lucca, podrás disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad y del paisaje toscano circundante. Los numerosos baluartes y torres a lo largo de la muralla son puntos de vista ideales para hacer una parada y tomar unas fotos.

Lucca también es conocida por ser la ciudad natal del compositor Giacomo Puccini, y puedes visitar su casa natal convertida en museo para aprender más sobre su vida y obra.

En definitiva, la encantadora ciudad de Lucca y su fascinante muralla son imprescindibles en cualquier visita a la Toscana. Su ambiente tranquilo y relajado, junto con su rica historia y cultura, te harán enamorarte de esta joya italiana.

6.- Visitar los impresionantes jardines de la Villa de Boboli en Florencia

Pasear por los jardines de la Villa de Boboli es sin duda una de las experiencias más encantadoras que puedes tener en Florencia. Este impresionante jardín al aire libre, una verdadera joya de la arquitectura del paisaje italiano, es una obra de arte en sí misma y un testimonio del amor renacentista por la belleza y la armonía.

Ubicado detrás del Palacio Pitti, los Jardines de Boboli se extienden sobre una colina y ofrecen vistas panorámicas de la ciudad de Florencia y del paisaje toscano más allá. Este inmenso parque verde es un laberinto de senderos que te llevan a través de bosques, jardines de flores, fuentes, estatuas y grottos llenos de esculturas.

Destacan las Grutas de Madama, que albergan réplicas de famosas esculturas, incluyendo la Venus de Medici, y la Fuente de Neptuno, que se encuentra en la cima de la colina. En los confines del jardín, encontrarás el pintoresco Jardín del Caballero, lleno de arbustos perfumados y plantas exóticas.

La vista desde la terraza de la Porcelain Museum es impresionante, ofreciendo un panorama completo de Florencia y la campiña toscana. También se puede visitar el Museo de los Porcelanos, el Museo de la Plata, y la Galería de Arte Moderno, ubicados dentro del palacio.

Los Jardines de Boboli son un lugar perfecto para un picnic, una tarde de lectura tranquila, o simplemente para escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la belleza natural de Florencia.

Prepárate para perder la noción del tiempo mientras paseas por este oasis verde, te maravillas con las vistas de la ciudad y admiras las muchas obras de arte que se encuentran a cada paso. Los Jardines de Boboli son, sin lugar a dudas, un lugar imprescindible en cualquier visita a la Toscana.

Ten en cuenta que los jardines tienen una entrada, y los horarios varían según la temporada. Para obtener información actualizada sobre precios y horarios, visita el sitio web oficial aquí.

7.- Descubrir la hermosa campiña de Val d’Orcia

Panorama de Val d’Orcia

La Toscana es sinónimo de bellísimos paisajes de campo, y ningún lugar captura mejor esa imagen icónica que el Val d’Orcia. Ubicada al sur de Siena, esta región de colinas ondulantes, cipreses altos, viñedos y olivares ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es uno de los destinos más impresionantes y fotogénicos de Italia.

El Val d’Orcia es la esencia de la Toscana rural, una pintura en vivo de verdes prados salpicados de flores silvestres en primavera, campos dorados de trigo en verano y viñedos rojizos en otoño. Aquí, la tierra y los cielos infinitos parecen fundirse en un horizonte interminable, y cada curva de la carretera revela una nueva vista deslumbrante.

Los pequeños pueblos medievales salpican este paisaje como joyas escondidas, cada uno con su propio encanto y carácter. Visita Pienza, la «ciudad ideal» del Renacimiento, famosa por su arquitectura y su queso Pecorino. Explora Montalcino, hogar del prestigioso vino Brunello, y degusta sus ricos caldos en una bodega local. No te pierdas San Quirico d’Orcia, con sus jardines italianos perfectamente mantenidos, y Bagno Vignoni, con su peculiar plaza-terma romana.

Un viaje a la Toscana no estaría completo sin disfrutar de una comida en una «trattoria» local en uno de estos pueblos, donde los ingredientes frescos del campo se transforman en platos sencillos pero deliciosos, todo regado con un vino de la región.

El Val d’Orcia es también un paraíso para los senderistas, con numerosos caminos que serpentean por las colinas y ofrecen vistas increíbles. Y para los más aventureros, hay una serie de agroturismos donde se puede experimentar la vida en una granja toscana.

El Val d’Orcia es más que un lugar: es una experiencia, un estado de ánimo, una visión de la belleza en su forma más pura. No hay mejor lugar para apreciar la esencia de la Toscana y su espíritu inmortal.

8.- Explorar la ciudad de San Gimignano y sus famosas torres

San Gimignano al atardecer

La ciudad medieval de San Gimignano, conocida como «la Manhattan de la Edad Media» debido a sus famosas torres, es uno de los destinos imprescindibles en la región de la Toscana. Emplazada en la cima de una colina, ofrece unas vistas espectaculares de los viñedos y olivares que la rodean.

San Gimignano destaca por su singular arquitectura medieval, evidenciada en sus catorce torres, que dominan el horizonte y la hacen reconocible desde lejos. En su día, la ciudad llegó a contar con setenta y dos torres, erigidas por las familias más ricas en señal de su poder y riqueza. Hoy en día, pasear por sus calles es como hacer un viaje atrás en el tiempo.

El centro de la ciudad es la Piazza della Cisterna, una plaza triangular flanqueada por edificios medievales y la famosa Torre del Diavolo. Otra visita imprescindible es la Piazza del Duomo, donde se encuentra la Collegiata, una iglesia románica con frescos impresionantes.

Además de su riqueza arquitectónica, San Gimignano es famosa por su vino, el Vernaccia di San Gimignano, que puedes probar en una de las muchas vinotecas de la ciudad. Asegúrate de visitar la Rocca di Montestaffoli, una fortaleza que ahora es un parque público y ofrece las mejores vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.

San Gimignano se encuentra a unos 60 kilómetros de Florencia y se puede llegar fácilmente en coche o autobús. Sin embargo, para una experiencia completa, considera la posibilidad de un tour organizado que te permita también explorar la hermosa campiña toscana.

Este lugar es más que una ciudad, es una auténtica joya medieval que guarda en cada uno de sus rincones el encanto de la Toscana, convirtiéndolo en un destino imprescindible en tu recorrido por esta bella región italiana.

9.- Visitar la ciudad de Arezzo y su famosa Piazza Grande

La ciudad de Arezzo, aunque menos conocida que Florencia o Pisa, es una joya por descubrir en el corazón de la Toscana. Su historia se remonta a los tiempos de los etruscos y ofrece un rico patrimonio arquitectónico y cultural. Su pieza central, la Piazza Grande, es un magnífico escenario que parece sacado directamente de una película medieval.

La Piazza Grande, o Piazza Vasari, es uno de los lugares más fotogénicos de Arezzo, gracias a su diseño inclinado, las elegantes arcadas y los impresionantes edificios medievales que la rodean. En uno de sus extremos, encontrarás el Palazzo delle Logge, diseñado por el famoso arquitecto italiano Giorgio Vasari en el siglo XVI.

Desde la plaza, puedes llegar fácilmente a otros lugares de interés de Arezzo, como la Catedral de San Donato, el Museo Arqueológico y el Anfiteatro Romano. Pero sin duda, la joya de la corona es la Basílica de San Francesco, famosa por albergar el impresionante fresco de Piero della Francesca, «La Leyenda de la Verdadera Cruz».

Arezzo también es conocida por su feria de antigüedades, la más grande de su tipo en Italia, que se celebra el primer fin de semana de cada mes en la Piazza Grande y las calles circundantes. Es el lugar perfecto para buscar un recuerdo especial de tu viaje a la Toscana.

Además, la ciudad es famosa por el Saracino, un torneo de justas histórico que se celebra dos veces al año en la Piazza Grande y atrae a visitantes de todo el mundo.

Ubicada a una hora en tren de Florencia, Arezzo es una opción fantástica para una excursión de un día. No dejes de visitar esta encantadora ciudad y descubrir su Piazza Grande, una de las más bellas de la Toscana. Donde dormir en Arezzo – Mejores zonas y hoteles.

10.- Descubrir la belleza del Parque Nacional de los Apeninos Tosco-Emilianos

El Parque Nacional de los Apeninos Tosco-Emilianos, que abarca la línea fronteriza entre Toscana y Emilia-Romaña, es uno de los tesoros naturales más impresionantes de Italia. Se extiende a lo largo de 200 kilómetros y ofrece a los visitantes una increíble variedad de paisajes, desde altas cumbres hasta densos bosques, pasando por prados y lagos de ensueño.

Una visita a este parque es un auténtico regalo para los amantes de la naturaleza. El parque es el hogar de una gran cantidad de fauna, incluyendo lobos, águilas, ciervos, nutrias y marmotas. Los senderos están bien marcados y ofrecen múltiples opciones para todos los niveles de dificultad. Ya sea que prefieras una tranquila caminata de un día o un desafío de senderismo de varios días, hay una ruta para ti.

Un lugar destacado en el parque es el Lago Santo, el lago natural más grande de los Apeninos, un sitio sereno y pintoresco perfecto para un picnic o simplemente para relajarse. Otra joya es el Monte Cusna, la segunda cumbre más alta de los Apeninos del norte, que ofrece vistas panorámicas realmente impresionantes.

Además de la increíble belleza natural, el parque también alberga varios pueblos medievales, castillos y monasterios que vale la pena visitar. Por ejemplo, puedes hacer una parada en Barga, conocida como una de las ciudades más bellas de Italia, o explorar la abadía de San Pellegrino, que data del siglo IX.

Recuerda que el respeto por la naturaleza es esencial cuando visitas el Parque Nacional de los Apeninos Tosco-Emilianos. Asegúrate de dejar todo como lo encontraste y no dejar rastro de tu visita.

Sin duda, la exploración de este parque es una de las mejores formas de sumergirse en la belleza natural de la Toscana, alejarse del bullicio turístico y descubrir la tranquilidad y serenidad del paisaje toscano.

11.- Visitar el Monasterio de San Antimo cerca de Montalcino

Abbazia di San Antimo

El Monasterio de San Antimo, también conocido como la Abadía de San Antimo, es una joya escondida en el corazón de la campiña toscana. Ubicado en un valle idílico a pocos kilómetros al sur de Montalcino, este antiguo monasterio es un lugar de paz y serenidad, que te transporta a un pasado lejano.

El monasterio fue construido en el siglo XII, y es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura románica en Italia. Rodeada de olivares y viñedos, la abadía es conocida por su hermosa arquitectura, sus delicados capiteles esculpidos y su fascinante historia.

Dentro del monasterio, puedes maravillarte con la simplicidad y la elegancia de la iglesia, donde destacan los altos pilares de piedra y las bóvedas de crucería. No te pierdas la Capilla Carolingia, un raro ejemplo de arquitectura pre-románica en Italia, y el ábside, con sus extraordinarios relieves de mármol.

Pero lo que hace realmente especial a San Antimo es la atmósfera de calma y contemplación que se respira aquí. Si tienes la oportunidad, asiste a uno de los oficios religiosos cantados en gregoriano por los monjes que aún viven en la abadía. La música, combinada con el entorno, crea una experiencia verdaderamente mística.

Además, la región en la que se encuentra San Antimo es famosa por su excelente vino Brunello di Montalcino. Así que, después de tu visita a la abadía, te recomendaría que te dirijas a una de las bodegas locales para una degustación de vinos.

La Abadía de San Antimo está abierta todos los días y la entrada es gratuita, aunque se aceptan donaciones. Puedes obtener más información y los horarios de los oficios religiosos en su página web oficial.

En resumen, la visita al Monasterio de San Antimo es una experiencia inolvidable que te permite conectar con la historia y la espiritualidad de la Toscana, y te ofrece la oportunidad de descubrir los hermosos paisajes y los excelentes vinos de la región.

12.- Hacer una excursión a la isla de Elba, la isla más grande del archipiélago Toscano

Isla de Elba

Un viaje a la Toscana no estaría completo sin una excursión a la impresionante isla de Elba, la más grande del archipiélago Toscano y tercera isla más grande de Italia. Con su belleza natural desbordante, playas de ensueño, senderos de montaña, pequeñas aldeas llenas de encanto y una rica historia, Elba es un tesoro por descubrir.

Elba es famosa por ser el lugar de exilio de Napoleón Bonaparte, quien estuvo aquí durante 300 días en 1814. La residencia de Napoleón, la Villa dei Mulini en Portoferraio, la capital de la isla, es ahora un museo que puedes visitar para conocer más sobre este intrigante capítulo de la historia.

Además de su historia, Elba es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura. Con más de 100 playas, desde calas escondidas hasta extensas franjas de arena dorada, tendrás innumerables opciones para nadar, tomar el sol y practicar deportes acuáticos. El Parque Nacional del Archipiélago Toscano, que cubre gran parte de la isla, ofrece senderos para caminatas y ciclismo, con vistas impresionantes del mar y el paisaje circundante.

Los pueblos de la isla son igualmente encantadores. Desde el pintoresco puerto de Marciana Marina hasta el pueblo medieval de Capoliveri, con sus calles adoquinadas y vistas panorámicas, te encantará descubrir la cultura y la gastronomía local.

Para llegar a Elba, la opción más común es tomar un ferry desde Piombino, en la costa de la Toscana. El viaje dura aproximadamente una hora, y hay múltiples salidas diarias. Una vez en la isla, puedes moverte fácilmente en coche, en bicicleta o en transporte público.

Ya sea que te apasione la historia, la naturaleza, los deportes al aire libre o simplemente relajarte en una hermosa playa, Elba tiene algo para todos. Así que cuando planifiques tu viaje a la Toscana, asegúrate de reservar al menos un día para explorar esta joya del Mediterráneo.

13.- Visitar la ciudad de Pienza, famosa por su queso Pecorino

Si eres amante de la historia, el encanto renacentista y, por supuesto, el queso, no puedes dejar de visitar Pienza durante tu viaje a la Toscana. Esta pequeña joya ubicada en el corazón de Val d’Orcia es conocida no solo por su arquitectura impresionante y sus impresionantes vistas panorámicas, sino también por producir uno de los quesos más sabrosos de Italia: el Pecorino di Pienza.

Vista panorámica de Pienza

Pienza, llamada la «ciudad ideal del Renacimiento», fue rediseñada en el siglo XV por el Papa Pío II, quien deseaba transformar su modesta aldea natal en un modelo de ciudad renacentista. Como resultado, las estrechas calles adoquinadas de Pienza están llenas de hermosos edificios como el Duomo, la Piazza Pio II, el Palazzo Piccolomini y el Palazzo Borgia.

Pero el atractivo de Pienza no se limita a su belleza arquitectónica. El entorno natural de la ciudad es simplemente impresionante, con vistas de la idílica campiña toscana que te dejarán sin aliento. Los alrededores de Pienza son ideales para caminar o andar en bicicleta, y la ciudad también es un excelente punto de partida para explorar otras joyas de Val d’Orcia, como Montepulciano y Montalcino.

Y luego está el queso. El Pecorino di Pienza es un queso de oveja con una rica y compleja gama de sabores, desde dulce y cremoso hasta picante y salado, dependiendo de su grado de maduración. En Pienza, encontrarás numerosas tiendas que venden este delicioso producto, muchas de las cuales ofrecen degustaciones gratuitas. También puedes visitar algunas de las granjas locales para ver cómo se hace el queso y, por supuesto, probarlo fresco.

No olvides pasear por la Via dell’Amore (Calle del Amor) y la Via del Bacio (Calle del Beso), dos de las calles más románticas de Pienza. Y si te apetece probar la cocina local, hay excelentes trattorias que sirven platos toscanos tradicionales, a menudo con un toque de Pecorino.

Pienza es fácilmente accesible en coche desde otras ciudades de la Toscana y definitivamente vale la pena una visita. Ya sea que te guste la historia, la arquitectura, la naturaleza o el queso, te prometemos que Pienza no te decepcionará.

14.- Disfrutar de la cocina toscana en un restaurante local

Disfrutar de la auténtica cocina toscana es sin duda uno de los mayores placeres de cualquier viaje a esta región de Italia. Reconocida en todo el mundo por su calidad y sabor, la gastronomía toscana se caracteriza por su sencillez, su uso de ingredientes frescos y locales y su profundo respeto por las tradiciones culinarias de la región.

No hay nada como sentarse en un acogedor restaurante local después de un día explorando los hermosos paisajes de la Toscana, y degustar los platos tradicionales que han hecho famosa a esta región. Desde los robustos platos de carne y pasta hasta las ensaladas frescas y los postres decadentes, la comida toscana ofrece algo para todos los gustos.

Un imprescindible en cualquier menú toscano es la «bistecca alla fiorentina», un suculento filete de ternera a la parrilla que se sirve tradicionalmente poco hecho. Otros platos clásicos incluyen la «ribollita», una rica y abundante sopa de verduras y pan, y el «pappa al pomodoro», una sopa espesa de tomate y pan. No podemos olvidarnos de la pasta, como los «pici», una especie de espaguetis gruesos típicos de la provincia de Siena.

Por supuesto, la Toscana también es famosa por sus vinos, y ninguna comida estaría completa sin una copa de Chianti, Brunello di Montalcino o Vernaccia di San Gimignano. Muchos restaurantes ofrecen listas de vinos extensas y personal experto que puede ayudarte a seleccionar el vino perfecto para acompañar tu comida.

Para terminar tu comida, ¿por qué no probar un «cantuccio»? Estas galletas de almendra son una especialidad de la región y a menudo se sirven con «vin santo», un vino dulce para mojarlas.

Ya sea en una elegante trattoria en el corazón de Florencia o en una sencilla osteria en un tranquilo pueblo de la campiña, los restaurantes de la Toscana te ofrecen la oportunidad de descubrir la verdadera esencia de la cocina italiana. Así que siéntate, relájate y prepárate para una experiencia culinaria que no olvidarás fácilmente.

15.- Pasear por la ciudad renacentista de Fiesole, que ofrece vistas espectaculares de Florencia.

No hay mejor forma de apreciar la belleza de Florencia que desde la distancia, y la ciudad de Fiesole, ubicada en las colinas que rodean la capital toscana, ofrece las vistas panorámicas más espectaculares de la región. Pero Fiesole no es solo un mirador privilegiado; esta encantadora ciudad renacentista tiene mucho que ofrecer a quienes deciden explorarla.

Fundada por los etruscos en el siglo VIII a.C., Fiesole es un testimonio de la rica historia de la Toscana. Su bien conservado teatro romano, las termas y el templo etrusco son testimonios tangibles de sus raíces antiguas. Para obtener más información sobre el pasado de Fiesole, visita el Museo Arqueológico, que alberga una impresionante colección de artefactos etruscos y romanos.

Pasear por las sinuosas calles de piedra de Fiesole es una experiencia encantadora en sí misma. Los edificios de color miel, las pintorescas plazas y las impresionantes villas renacentistas te transportarán a una época pasada. La Piazza Mino, el corazón de la ciudad, es el lugar perfecto para sentarte y disfrutar de la atmósfera relajada de Fiesole. Aquí encontrarás la Catedral de San Romolo, una joya del arte románico, y el Palacio Pretorio, que alberga el Museo Bandini, con su colección de arte sacro del Renacimiento.

Sin embargo, el verdadero atractivo de Fiesole son sus impresionantes vistas de Florencia y del Valle del Arno. Sube a la cima de la colina hasta el Monasterio de San Francisco para obtener las mejores panorámicas. A medida que el sol se pone, el paisaje se tiñe de tonos dorados y rosados, ofreciendo una vista verdaderamente inolvidable.

Para finalizar tu visita, no hay nada mejor que disfrutar de una cena en uno de los restaurantes de la ciudad, muchos de los cuales ofrecen terrazas con vistas a Florencia. Degusta la cocina toscana mientras contemplas la belleza de la ciudad del Renacimiento a tus pies.

En resumen, una visita a Fiesole es una experiencia imprescindible en cualquier viaje a la Toscana. Su encanto renacentista, su rica historia y sus vistas impresionantes harán de tu visita un recuerdo inolvidable.

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